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BIT A KORIN

Aqui no fuma ni Dios...

¡Aquí no fuma ni Dios!

¡Aquí no fuma ni Dios! Vaya pandilla nos gobierna,y nos ha gobernado desde la época de las cavernas. Vaya con el talante de mi primo el elefante.
Primero nos envician con el tabaco, nos lo meten hasta en la sopa, con el deporte, con el rollo social, en todos los ambientes. Hasta de Cuba le mandaba los cohibas al otro chorizamen el Fidelio …
Bueno, pues cuando estas mas enganchado que el Roldán en sus buenos tiempos, van y te empiezan a poner pegas.
Que si el tabaco te provoca impotencia, que si mata o puede matar, que si te va a salir un grano en el colodrillo…Vamos que te acojonan que duermes menos que después de ver la versión porno de El Exorcista. Y como ven que aún hay quien resiste, pues hala, a prohibir sitios donde se puede fumar.
En el carro, en el tren, en el barco, en el avión, en el caballo, en el coche de bomberos…vamos, en todo el tiovivo. Incluido en la foca. Joder, hasta en la foca.
Y ya para terminar de liarla, van y se paren un decreto que a partir del 1 de enero no va a fumar ni el potito en el curro, pero en ningún sitio. No va a valer ni esconderse en el baño, como cuando tenías 13 años, que te encerrabas con el paquete de Bisonte y apestaba que no veas. Y tú allí, abriendo la ventana y echando de todo para quitar el pestazo, colonia, desodorante, salfumán, comiendo caramelos de menta, abanicando con la toalla hacia la ventana abierta…Que el vecino de enfrente debía flipar en colores.
Y en cuanto salías, la mayoría de las veces…¡plas!, el bofetón de rigor. Y ya te dabas cuenta de que el tabaco hace daño. Y ahora en el trabajo, para fumar vas a tener que ser Quitín Muñoz y hacerte una expedición cada vez que quieras joderte el pecho.
Aunque como los sindicatos han dicho que tururú, será tururú. Y seguirá habiendo ceniceros apestosos en el currinchi.
Y si no, al tiempo. Vamos, que se plantan el Hidalgo y el Méndez, con esa pinta bestias que tienen los dos, y el ZPito saca el paquete Winstons por la boca y les dice aquello tan poético de:
“Su tabaco, gracias, buen rollito y gran talante”.
¿Y sabéis lo que se gasta (nos gastamos todos), la sanidad en el tratamiento de las seis patologías tabáquicas más importantes?. Pues la friolera de 3.920 millones de euros. ¿Casi nada, monada!.
Si de verdad quisieran que los cortitos de mente(yo llevo tres meses ya sin…) dejaran de matarse a cámara lenta esperando el día en que escupan el primer trocito sanguinolento de pulmón (entonces ya no hay vuelta atrás, hermano…), y si tuvieran lo que hay que tener…Prohibirían la venta. Cerrarían los estancos y sobrarían decretos.
Pero entonces no chuparían tanto de los impuestos. Que panda, Dios, que panda.