El que espera, desespera (anda y tócate la pera)
En 2002 el entonces ministro de exteriores, José Piqué, fue a Trípoli a entrevistarse con el loco de los tocados raros,Muammar el Gadaffi.Cuando llevaba seis horas esperando, dijo que se marchaba porque tenía otras ocupaciones y Gadaffi lo recibió.
En 2003, José María Aznar, en calidad de primer presidente español que visitaba Libia, advirtió nada más llegar a Trípoli que suspendería el viaje al más mínimo retraso.
Gadaffi lo recibió perdiendo el culo, le prometió grandes perspectivas de negocio para los empresarios españoles y le regaló un caballo pura sangre.
El 28 de Julio de 2005, el ministro de exteriores, Miguel Ángel Desatinos está en Libia para entrevistarse con el Jefe.
El genio de la diplomacia española, experto en el mundo árabe y amplio dominador de idiomas, llega y le dice al conserje:
- Buenas, que venía a ver a D.Gadaffi, que me está esperando y ya me extraña que no me hayan formado la guardia ni me hayan puesto guirnalditas al llegar como al Beckham en Japón...
- Mire, D.Usted, me le suelta el funcionario con su chilaba azul con rayita lateral blanca y su gorra de plato a juego, se me siente ahí un momentito, me lee una revistita y en un momento le aviso.
- Susórdeness, D.Antonio Alcántara, contesta el prócer patrio.
Joder, y se pasa una horita y el Desatinos ya se había tragado hasta el suplemento dominical del Harén News y hecho los crucigramas en árabe de todos los periódicos locales (¡Qué don de lenguas tiene el tío!)
Pasa otra y ya empieza a rascarse el coco algo mosqueadín.
- ¿Falta muchooo?, le pregunta al conserje, igual que hacen los niños pequeños cuando, en verano, te vas de Madrid a Málaga de veraneo y estás a la altura de Valdemoro.
- Espere un momento que voy a ver, contesta el ordenanza
- Es que me cansooo, apostilla el capullo, y tengo pis.
- Mire, que es que está con un líder africano, el jefe de la tribu chunga-chunga despachando importantes asuntos de estado; pelín de paciencia, siusplau, contesta el funcionario que, como se ve, también es políglota
- Valeee, pero me aburroo...
Pero ya van transcurridas seis horas y... nasti de plasti, ha tenido que llamar a Pizza Trípoli y se ha trapiñado dos familiares de anchoas y aceitunas, con lo que tiene mas sed que la Mojama haciendo gárgaras en el Mar Muerto.
Ya no hay revistas ni periódicos, solo pajaritas, aviones, barquitos y hasta se ha hecho un gorro de papel con el que se ha tocado graciosamente.
Pues nada, que a la hora décima y después de dar unas cuantas cabezadas, le dice al probo currito que lo siente pero que va a llegar tarde a la ópera con ZPito en España y que se tiene que ir.
- Pere un momentín, que voy a preguntarle a D.Muammar si ahora puede
- Asias tío, contesta solícito nuestro diplomático máximo.
- Oiga, D.Desatinos del Pepino, que dice que ya es tarde, que tiene que cenar y luego ver la peli esa del CSI que le mola porque aprende truquitos. Que vuelva usted mañana y que ponga una póliza de 2 euros en la solicitud de la visita y explique bien que quiere, fotocopia del DNI, del libro de familia y 30.000 euros en papel de pagos al estado.
- Jolines, y encima voy a tener que ir corriendo al aeropuerto o pierdo el avión. Y si corres en London, te fríen a tiros, no veas lo que puede pasar aquí. ¿Ustedes tienen la bomba atómica?
- No, no se preocupe que no va a tener que correr y va a llegar a tiempo al aeropuerto. D.Gadaffi siempre hace magnánimos regalos en función de la categoría mundial del visitante y si D.Chemari tuvo su caballito, usted no va a ser menos, que igual que hay caballeros, también hay escuderos...
En la puerta de palacio tiene usted su regalo. Buenas tardes, D.Moratones, vaya usté con Alá.
Colofón:
Pasó un día y otro día
un mes y otro mes pasó
y de Libia no volvía
aquél que a Libia partió
(seguro que se perdió)