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BIT A KORIN

Haro Cligclin

Haro Cligclin

Haro Cligclin “Un rojo acostumbrado al disfraz” que escribía “obligado” por los fascistas. Ese es nuestro queridísimo Eduardito.
Si, Eduardito Haro Tegclen, con un primer apellido que evoca buenos caldos aunque el tenga la peor mala leche del mundo mundial. Y un segundo difícil de pronunciar para cualquiera que no sea Bono.
Y al que yo he cambiado por Cligclin para simular la onomatopeya de sus dos neuronitas al chocar entre si una vez al mes.
Que es la frecuencia máxima de encuentro de las mismas. Y menos mal, porque con lo que chochea ya el abuelísimo, solo nos faltaba sufrir más frecuentemente su diarrea mental.
Deberíamos hacer una obra humanitaria y pasar el cepillo para pagarle un asilo a este pobre anciano con delirios de bobo y continuos derrapes seniles. Porque escribe cada cosa…
Si es que, por si no lo sabíais, Haro Tecglen elogió el franquismo y el estalinismo.
En su juventud fue falangista y estuvo a favor del fascismo y del franquismo, y en su larga madurez, fue defensor del estalinismo y del comunismo. Que capacidad de cambio tan camaleónica digna de elogio, encomio y patada en el culo.
Además sus escritos no han perdido un ápice de frescura. Es más, con pequeños retoques y con el mero cambio de algún nombre, siguen siendo vigentes al cien por cien.
Fijaros incluso en las fotos. A la izquierda con el papá y a la derecha con el hijito. Está a todas el joio...
Veamos un ejemplo de la agilidad mental del Eduardito (que Alá lo confunda):
“Se nos marchó el Capitán, pero el Dios misericordioso y las bombas de Atocha, nos dejaron a otro. Y hoy, ante el recuerdo de José Mari, la figura egregia del Caudillo ZPito. El mensaje recto de destino y enderezador de la Historia que Aznar traía, es fecundo y genial en el cerebro y la mano de ZPito. Una alegría tenemos. La de ver que a José Mari le sucede un hombre tan firme, sereno, con tanto talante y con tan buen rollito como el que lleva a España, perdón, a este país (de momento lo es), por los senderos que el marcó”.
Que maravilla, que pluma tiene. Pero en todos los sentidos, vamos.
Hay que joerse, Eduardito, lo que hay que aguantar y tolerar y todo porque eres un viejo que chochea más que Santi, Carrillo, por supuesto. Tal para cual.