Jopelines, Angelines...
Tócate los cataplines. Me cojo la prensa para desayunarme mi sapito de rigor y me encuentro uno de proporciones mayestáticas.Villanueva de la Cañada. Roban en una casa cuartel de la Guardia Civil. Se cuelan los choris en las viviendas con los propios, las propias y los propitos durmiendo y les guindan las tarjetas de crédito y las llaves de las viviendas, además de provocar destrozos. Con una de las llaves se llevaron además un coche. Espero que no fuera ese que va camuflado y te habla, ¡Párese a la derecha, Guardia Civil !. Y que el conductor lo primero que piensa, como bien explicó el ínclito Director de Tráfico, es ¡la he cagao!
Tiene bemoles el asuntillo. Antes, los delincuentes cuando eran perseguidos por la justicia se acogían a sagrado, esto es, se metían en una iglesia y era territorio seguro donde los guripillas de turno no podían entrar. Los tiempos cambian a una velocidad apabullante. Y ahora los pobres seres amigos de lo ajeno (que tampoco hay que llamarlos hijosputas por un quítame allá esas pajas o cualquier otra cosa, vamos), ya no se acogen a sagrado sino a tricornio. Jopelines Angelines de nuevo.
Y los propios y compañía roncando La Traviatta en plan pernil liberado. Vamos ya.
La verdad es que eso de empezar a dar coba con que si los desmilitarizan, que si los sindicatos, que si tal y que si cual, bla bla bla el amigo ZPito I de Monclovia se preocupara de darles un sueldo digno, una preparación técnica acorde a los tiempos que vuelan y una dignidad propia del cargo, otro volátil nos deleitaría con sus gorjeos canoros.En vez de estar en manos del hijo de un guardia civil que es el que le manda (Rovireche) y que ya le ha dicho que menos talante y más estado federal.
Porque la cosa no es para reírse, si en vez de los choris guinda llaves y tarjetas de crédito, se cuelan los hijoputas esos primos de mi amiga Ekane Erauskin, pues la que lían es pequeña.
Coño agentes amigos, sabeos que os admiro a tope y que vuestra abnegación es envidiable, pero que os pasen cosas como esta
Joder, por lo menos que el guardia de puertas se tome un cafetito de vez en cuando. Y si no, siempre se puede contatar a Prosegur...