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Pandilla de pelotas

Pandilla de pelotas

Pandilla de pelotas El ser humano es un bicho gregario. Y le gusta que le dirijan y le guíen. Vamos, que somos una panda de borregos desde que a Adán le dio por hacer guarreridas con una tal Eva (y no la Shannum precisamente, sino esa otra que dicen que es la madre del género humano, que no sé yo que género será ese, conozco el masculino el femenino y el Jesús Vázquez, pero el humano…).
Bueno, y también le gusta que le manden los más capacitados. Para eso, en los países formalitos, cada cierto número de años, los borreguitos van a los colegios, cogen un papelito a su elección y lo meten en una cajita de cristal.
Después, unos pringaos elegidos por bombo, se hinchan a contar los papelitos y así se sabe quien va a llevar el rebaño un periodo de tiempo. Y las empresas de demoscopias varias se pegan unas leches en los pronósticos que no veas, pero eso no es problema, siempre le echan la culpa al maestro armero o al puente de Agosto y solucionado. Algunas veces, en los paises formalitos la cosa no es tan simple. En vez de la cabeza de las ovejitas, mandan las bombas y se pone de pastorcillo a un mamandurrias de tres al cuarto que auxiliado por un hábil manipulador de móviles, consigue variar la tendencia.
Hasta aquí vale. Pero si el mamandurrias de turno al que le cae la poltrona por accidente es capaz de coger el timón y, mal que bien, lleva la nave, el rebaño, la piara o lo que coños sea a buen puerto, pues vale, que casi se comprende. Pero si el susodicho mamandurrio se echa en los concupiscentes brazuelos de una panda de tiñalpas que lo único que buscan es deshacer el rebaño para vender su lana por separado, escindirse, joder la marrana y encima mandar en el resto, pues entonces ya nos metemos en terrenos metafísicos.
Si solo te preocupa lo que pasa en otros rebaños y no ves la viga en el tuyo, es que no vales para pastor, tío. Por mucho que toques la flauta mágica con el caramillo. Que el género pastoril es muy bucólico, pero que gobernar un país es algo más que eso.
Y si encima te rodeas de incompetentes, pues tu incompetencia se refuerza más aún. Y ya es difícil…
Y es que con una pandilla de pelotas así, no se puede pedir más. No hay mas cera que la de tus orejas.
Total, que si todas las preocupaciones radican en contentar a un tres o cuatro por ciento de las ovejas y a unos cuantos corderitos y corderitas raros que lo único que quieren es estar con los de su misma lana, pues para ese viaje no hacen falta alforjas.
A este paso, y ahora que está de moda con los del Gas y lo de Endesa, te lanzamos los borreguitos una OPA hostial.
Y entonces,¡te vas a enterar, capullo!.