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BIT A KORIN

Simplemente...¡Gracias!

Simplemente...¡Gracias! Podrá parecer absurdo pero siempre he creído en las premoniciones. Es más, incluso las he controlado…a posteriori. Esa facultad de la mente de adelantarse a lo que va a venir, siempre me ha fascinado. No conozco el motivo, ni siquiera lo intuyo, pero ahí está. Ayer tuve que hacer un viaje a Calatayud para dar unas conferencias en una Escuela. Salí de Madrid después de comer, con la tranquilidad de saber que hasta el día siguiente a las 8 de la mañana no tenia que estar en el aula. Prefiero llegar tranquilo a los sitios, a tener que agobiarme con las prisas. Bueno..pues…N-II dirección Zaragoza, allá vamos. Y según voy saliendo de Madrid por la M-45, luego M-50 y luego... ¡yo que sé…que menudo lío han armado los Gallardon’s boys!.Que esto es algo que solo los allegados de Trueno, America y pocos más son capaces de discernir con claridad.
Bueno, pues según voy conduciendo, noto cierta tensión en las manos, como un agarrotamiento al volante. “Afloja la presión, Luis”, me dice una voz interior.”Suavidad al volante”. Siempre lo hago así, pero hoy…no sé por qué…esa tensión parece querer imponerse. Relajo, pero al rato y sin saber por qué…vuelve la tensión. Let it be…que decían John y Paul…
Sigo el viaje tranquilamente. Paso el kilómetro 103, conocido como buen sitio para parar a tomar un café por los que transitan esa ruta y cuando voy por el 105, seguramente (no, seguramente no, seguro) "algo" más deprisa de lo permitido... ¡Pasa!.
Un ruido seco, luego un chirriar metálico, un bandazo brusco…una visión rápida como en un flash de muchas cosas, una sensación de que algo se va a acabar…no se…una especie de caos inexplicable, difícil de asimilar…,de explicar...
Y simultáneamente y en una milésima de segundo, como un acto reflejo, otra voz que me dice:”Luis, no toques el freno, este coche no tiene freno, no busques el pedal, no existe…”, y a la vez la vista rápida al retrovisor…Es una larga recta, no viene nadie. De golpe te viene una fuerza casi sobrenatural…”¡Tranquilo Luis, que puedes controlarlo!”, te escuchas decirte a ti mismo en voz alta. Y ese grito es el que te da fuerzas para agarrar firmemente el volante, reducir, comprobar aliviado como vuelves a mandar en la máquina que a punto ha estado de convertirse en tu ataúd metálico.
“Los bomberos tardaron varias horas en recuperar el cuerpo entre el amasijo de hierros en que quedó convertido el vehículo…”. ¿Cuántas veces has leído algún titular así?. Pero no, hoy no era tu día. ¡Suerte mulana y no la del cuponazo. Gracias, Dios!
Paras en el arcén. Te pones el chaleco fosforito y sales de coche. Miras las ruedas de atrás y están bien…¿Qué ha sido entonces?.Miras la rueda izquierda delantera y entonces comprendes…Un autentico amasijo de goma, de alambres…
“Joder…que cerca ha estado”, piensas.
Pero ya pasó. Ahora, pies en la tierra y al tajo.("¿Dónde coño estarán los putos triángulos?").
Que hay para rato, caguenlalessshheeeeeee!!. Apartas al máximo el coche en el arcén de la autovía y abres el maletero para buscar los triángulos. ¡Joder, que hay que hacer un master para salir del coche en cuanto te pasa algo…!
Pues aunque sigues con la tez pálida por lo que acaba de pasar, tratas de centrarte en arreglar el desaguisado. “Aquí hay para rato”, piensas de nuevo. Los camiones pasan zumbando riéndose de las limitaciones de velocidad.Te rozan y ves que lo que no ha logrado el reventón, igual lo consigue un adalid del "vehiculo longo". Dices para tus adentros, “he salido bien de esta pero me estoy jugando el bigote…”.Toda esta reflexión no dura ni dos minutos. En menos de ese tiempo…aparecen ellos...
¡La patrulla! ¡Los ángeles de la guardia...civil!
Te preguntan que ha pasado, amigables te tranquilizan y de repente uno de ellos te suelta: “Usted tranquilo, que esto lo arreglamos en un minuto”. Y lo hacen…, máquinas totales. En menos que canta un gallo, está la rueda cambiada, y el que (gracias a Dios, escribe), escoltado por dos motos hasta un taller que vende reumáticos. Me restriego los ojos...No, no estoy soñando. Siempre he admirado, querido, respetado, admirado, venerado y todos los adjetivos buenos que se puedan pensar, a la Benemérita. Pero hoy, algo que sabía desde siempre…lo he palpado, lo he visto, lo he sentido en primera persona. ¡Joder, sois de una pasta especial! De la que ya no queda…
Tres gracias tengo que dar hoy…Primero a Dios, segundo a ti…mi ángel de la guarda, y tercero a vosotros, ángeles de verde, guardianes incansables, querubines de la ruta…Gracias, gracias, gracias.

1 comentario

el angel de la guarda -

gracias a dios que estas de vuelta. :)