¡Valientes!
Un grupo de ultras intenta agredir a Carrillo y hiere a tres intelectuales.
Joder, leo la noticia y se me revuelve el estómago. En serio. Lo digo de corazón. Y me jode por varios motivos.
Primero, porque constato que aún quedan salvajes que usan eslóganes como:
"Asesino, genocida, ni olvido ni perdón, La Falange" y se creen muy hombres, muy machos, muy portadores de valores patrios y de aquello de la unidad de destino en la Universal Pictures.
No me jodas, ¡que estamos en 2005!Siglo XXI.Estos me merecen el mismo respeto que los valientes gudaris...Los extremos están muy, muy cerca.
Lo mismo te montan la Kale Borroka y te queman cajeros y autobuses que intentan aporrear a un anciano con el que no comulgan con sus ideas políticas.Dios los cría y ellos los juntan.
Segundo, que llamen intelectuales a Santos Juliá, a Claudio Aranzadi y a Andrés Galdón, de la editorial Santillana. Esto seguramente es lo que más me ha jodido de la noticia. En este reino de taifas ya es intelectual desde el Javierito Bardem hasta Ramoncín
Y tercero, que a un pobre abuelo chocho, gagá, decadente y al que el cáncer le está haciendo la justicia que no le quisieron hacer ni Dios ni los hombres, se le intente golpear.
Eso es una villanía. Los hombres de verdad dan la cara. Van, vamos, de frente. No en grupo y por la espalda. Y nos guste o no, a Santiago Carrillo no ha habido en este puto pellejo de toro un tío con un par que le haya puesto dos banderillas. Es verdad, tiene dos cojones.
Será (lo es) o habrá sido (lo fue), un asesino, un Duque de Paracuellos pero a un viejo no se le pega. Ni Tejero pudo con él,(si, aquel Teniente Coronel de la Guardia Civil al que dejaron solo ante el peligro los elementos de arriba...,¿recuerdan?).
Así es que no van a poder una panda de niñatos gilipollas que no tienen ni puta idea ni de política ni de ideologías ni de cristo que las fundó y que conocen a José Antonio por lo que les haya podido inocular el abuelo artrítico y en silla de ruedas, cuando se juntan los domingos a comer en sacrosanta unidad familiar.
¡No me jodas, hombre! La edad es la edad.
Y la edad merece un respeto. Para eso está, o tenía que haber estado en su momento la justicia. Y si no lo hizo entonces, hay que dejar obrar a la naturaleza. Que dicen que es sabia Y que no hay mal que cien años dure.
Hace unos días Carrillo le enmendó la plana a ZPito y le recordó que no es bueno que los nietos revuelvan a los abuelos en la tumba.
No hace falta un Parque de Atracciones en el Valle de los Caídos. Y se lo dijo D.Santiago, que comulga con las mismas ostias rojas que él.
Sobre todo porque ahí caímos todos, unos de un lado y otros de otro, en una lucha que estaba olvidada hasta que llegó el nietísimo que aprovechó el 11-M no solo para encaramarse a la poltrona, sino para reivindicar al abuelito capitán desde la tumba... Joder, ni que fuera el nieto de Viriato.
Así es que por una vez, y seguramente servirá de precedente, os digo desde lo más íntimo de mi ser: niñatos ultras de los cojones, iros a Ferraz a recordarle a Rubalkaba lo de la jornada de reflexión. Y dejar que los muertos, aunque aún estén vivos, descansen en paz.
Joder, leo la noticia y se me revuelve el estómago. En serio. Lo digo de corazón. Y me jode por varios motivos.
Primero, porque constato que aún quedan salvajes que usan eslóganes como:
"Asesino, genocida, ni olvido ni perdón, La Falange" y se creen muy hombres, muy machos, muy portadores de valores patrios y de aquello de la unidad de destino en la Universal Pictures.
No me jodas, ¡que estamos en 2005!Siglo XXI.Estos me merecen el mismo respeto que los valientes gudaris...Los extremos están muy, muy cerca.
Lo mismo te montan la Kale Borroka y te queman cajeros y autobuses que intentan aporrear a un anciano con el que no comulgan con sus ideas políticas.Dios los cría y ellos los juntan.
Segundo, que llamen intelectuales a Santos Juliá, a Claudio Aranzadi y a Andrés Galdón, de la editorial Santillana. Esto seguramente es lo que más me ha jodido de la noticia. En este reino de taifas ya es intelectual desde el Javierito Bardem hasta Ramoncín
Y tercero, que a un pobre abuelo chocho, gagá, decadente y al que el cáncer le está haciendo la justicia que no le quisieron hacer ni Dios ni los hombres, se le intente golpear.
Eso es una villanía. Los hombres de verdad dan la cara. Van, vamos, de frente. No en grupo y por la espalda. Y nos guste o no, a Santiago Carrillo no ha habido en este puto pellejo de toro un tío con un par que le haya puesto dos banderillas. Es verdad, tiene dos cojones.
Será (lo es) o habrá sido (lo fue), un asesino, un Duque de Paracuellos pero a un viejo no se le pega. Ni Tejero pudo con él,(si, aquel Teniente Coronel de la Guardia Civil al que dejaron solo ante el peligro los elementos de arriba...,¿recuerdan?).
Así es que no van a poder una panda de niñatos gilipollas que no tienen ni puta idea ni de política ni de ideologías ni de cristo que las fundó y que conocen a José Antonio por lo que les haya podido inocular el abuelo artrítico y en silla de ruedas, cuando se juntan los domingos a comer en sacrosanta unidad familiar.
¡No me jodas, hombre! La edad es la edad.
Y la edad merece un respeto. Para eso está, o tenía que haber estado en su momento la justicia. Y si no lo hizo entonces, hay que dejar obrar a la naturaleza. Que dicen que es sabia Y que no hay mal que cien años dure.
Hace unos días Carrillo le enmendó la plana a ZPito y le recordó que no es bueno que los nietos revuelvan a los abuelos en la tumba.
No hace falta un Parque de Atracciones en el Valle de los Caídos. Y se lo dijo D.Santiago, que comulga con las mismas ostias rojas que él.
Sobre todo porque ahí caímos todos, unos de un lado y otros de otro, en una lucha que estaba olvidada hasta que llegó el nietísimo que aprovechó el 11-M no solo para encaramarse a la poltrona, sino para reivindicar al abuelito capitán desde la tumba... Joder, ni que fuera el nieto de Viriato.
Así es que por una vez, y seguramente servirá de precedente, os digo desde lo más íntimo de mi ser: niñatos ultras de los cojones, iros a Ferraz a recordarle a Rubalkaba lo de la jornada de reflexión. Y dejar que los muertos, aunque aún estén vivos, descansen en paz.
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