Rojo,justiciero y vengador

El autodenominado rojo acérrimo y justiciero de las mujeres (Dios os libre, queridas), ha pasado de tener ocho fórmulas para tratar de arreglar el desaguisado en el que se (nos) ha metido a decir que no sabe por donde le sopla el viento y que los peperos son unos alarmistas de tomo y lomo que quieren sembrar el alarmismo entre la gente.
El poder no me cambiará, dijo el prebostillo en su día, tras la traca que le aupó a la poltrona.
Joder, por lo menos Guerra fue mas sincero y dijo aquello de “vi a dehá a Eppaña que no la va a conosser ni la mare que la parió”.
Y vaya que lo hizo. La dejó en pelota picada. Pero tú, anda que no has cambiado, Bambi, hasta de look, que ahora hasta das risa.
Y dale que dale con que habrá Estatut. ¿Con qué votos?
Porque te recuerdo, y tú lo sabes mejor que nadie, que estas gobernando sin mayoría. Y que una cosa es votar a un partido y otra muy diferente ser traidor a su país.
Y entre tus filas, aunque pensemos diferente, hay muchos y buenos patriotas que no van a consentir que el invento se rompa por tus caprichitos y tus devaneos forzados por un borrachín que te tiene el escroto sujeto con pinzas cangrejeras, al igual que se lo tienen a el los nazis rovirecheros.
Así es que déjate de ser profeta y de largar diatribas que sabes que no vas a cumplir y dedicate un poquito solo a aquello que deberías haber hecho desde que empezaste a ser presidente (aunque fuera por accidente): gobernar para todos. No solo para los gays lesbianeros, separatistas de todo pelo y terroristas asesinos confesos a los que pones de patitas en la calle a la primera de cambio.
Menos alianza de civilizaciones y más mirar un poco al patio interior, que anda algo revuelto.
A ver si te suena el despertador de una puta vez…