No hay nada mejor que la familia unida...

Si al final D. Manuel (Fraga, por supuesto) va a tener razón con aquella legendaria frase de que "la calle es mía…"
Y es que después de lo del sábado pasado, nos hemos dado cuenta que es de todos. Que no pasa nada.
Que todos tenemos derecho a expresarnos libremente. Y que no no muerden ni nos apedrean. Como mucho, de cada cinco que vamos cuentan solo uno.Tienen que cuadrar los números, aunque sea a empujones. Menudos son…
Así es que aunque el Arzobispillo de Sevilla no lo recomiende, pues vamos a pasar otra vez calor el día 18. El caso es que el resto de la Conferencia Episcopal la apoya.
Bueno, igual el de Sevilla no puede ir porque tiene que quedarse con los niños. Cualquier cosa es posible.
Pues nada, que si el Foro Español de la Familia nos lo pide, no lo vamos a defraudar.
Habrá que ir. Y menos mal que ha habido estudio de fechas. Porque once días después es el día del orgullo Jay Alay, tararí que te vi y aquí te cojo, aquí te mato, ladrón, como éstas, morenazo…
Vamos, que si alguien niega que tratar de equiparar lo de siempre con los Gaytrimonios y encima con posibilidad de adoptar no es normal, es que tiene todas las papeletas para ser el jefe de la O.N.C.E.
Cuando en un país se quiere vender la aberración como normal e incluso se presenta esta como algo superior a la normalidad, es que algo no va bien.
Si, esto no va bien. Y antes, aunque los puñeteros (los del puñito y la rosa), se rieran, si que iba bien.
Aunque claro, si juntamos estas bonitas uniones con la posibilidad de experimentar con células madre, es posible que la raza no se extinga.
Me refiero a la de la cabra hispánica, claro.
Bueno, que por una vez y sin que sirva de precedente no nos vamos a ver en Mac Donalds. Esta vez mejor en Cibeles a las 6 de la tarde. No faltéis, eh, que voy a pasar lista.