Televisión asquerosa
Joer, para una noche que se me ocurre volver a ver la tele (la última vez era en blanco y negro y solo había dos cadenas, la normal y el UHF y ya había grescas para decidir cual se ponía), me enchufo a la 1 y estaban echando Cuéntame, esa historia descafeinada y manipulada de la era de los dinosaurios. Vale, me la trago y me río un rato. ¿Un rato? ¿Un rato? Un cronómetro que mida millonésimas me había hecho falta para medir el tiempo de emisión hasta que ponen la jodía publicidad, que esa sí, para computarla en tiempo más que un cronómetro te vale un calendario juliano.
La ma que los pa
Me he visto el del tío que se tira a salvar al perro, el Frenadol. He visto el Frenatrel. Me he debido perder el Frenauno.
Luego a la Mayra Gómez Kemp anunciando el supermercado Rifa ese, que vamos, compras una cebolla y si no te toca un crucero por el mediterráneo para dos personas, es que eres un negado. Claro, como por el Mediterráneo ya no quiere ir ni su padre, entre la polución, los catalanes que tienen costas que dan a él y los piratas marítimos (si, ya sé que esto último es una redundancia de lo anterior, pero vale), pues eso, que lo mejor es no comprar la cebolla.
Luego uno del Chevrolet que para saber lo que cuesta sabiendo el precio de la cuota y el número de meses, necesitas hacer un doctorado en exactas.
Y así hasta la eternidad. Total, que al final le he dado matarile a la caja tonta y me vuelvo con la red. Al menos aquí se puede controlar la publicidad de alguna manera, con antispam, antivirus y antitodo.
De momento. Llegará el día en que para leer algo serio, haya que tragarse dos mil anuncios web.
Pues vale. Pues entonces para divertirnos, nos iremos de putas. Aunque lleven en el culo un cartel de Beba Coca-Cola.
Y que se joda Gallardón.
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Mahatma -