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BIT A KORIN

¡Más Chop Suey, es la guerra!

¡Más Chop Suey, es la guerra! Hoy hemos ido a comer al Chino. Es la forma coloquial de decir al restaurante “La inmensa muralla azul sobre el puente del tigre que acecha al panda tranquilo que come sus tiernos brotes de bambú sin meterse con nadie”. Entendéis el porqué del apocope, ¿no? .
Solemos ir desde que lo inauguraron y por ello casi puedo alardear de tener parientes orientales, porque, entre lo ceremoniosos que son los dueños y nosotros que, mas que españoles ,parecemos sicilianos…¡Madre mía!, que cantidad de besos y arrumacos cuando llegamos…Pero bueno, no en vano son ya 5 los años de grata convivencia y conocimiento.
En las antiguas casas de comidas,el menú semanal se repetía inexorablemente. Los martes cocido,los jueves judías, los sábados paella…Bueno, pues nosotros, indefectiblemente, siempre hay un día que toca…¡chino!.
Y la verdad es que a mi no me importa,porque además de que no me disgusta esa comida (sin abusar, por supuesto), me lo paso genial y me sirve para dar salida a ese puntito de mala leche que suele acompañarme(pequeño puntito, apenas perceptible...).
Me explico. ¿Os habéis dado cuenta de que la mayoría de los platos de las cartas de los restaurantes chinos llevan “r”?. Pues hacerlo y fijaros con detalle cuando aterricéis en uno.
Pues ahí es donde yo tengo mi cuota de disfrute. Porque los camareros chinos, siempre repiten en voz alta el plato que uno pide.
Así es que,llega la hora de pedir y digo: “Mire, tres rollitos de primavera”, y el camarero limón, “tles lollitos de plimavela”, y para rematar la jugada va mi hija y dice,”muy frititos”; “si.muy flititos”,apostilla el chinito.
Sigo yo: “después ternera agridulce”
“telnela aglidulce,si”
“arroz tres delicias”
“alo tle delicia”
“cerdo a la naranja”
“celdo a la nalanja,siiii”
Y aunque me encantaría pedir un chop suei o una ensalada china, pues paso de hacerlo porque no llevan “l”, digo “r”. Y eso le quitaría cachondeo al asunto. Si bien mirado, al final sabe todo igual…
Y es que el placer de ver a Chin Lee repetir cada uno de los platos que se le piden…no se paga con dinero.
Además, mis amigos los dueños, son unos cachondos mentales. Por aquello de la integración y por facilitarle las cosas al cliente, han cristianizado (bueno, han castellanizado, que somos aconfesionales), sus nombres. Y los jodíos no se han andado con rodeos, no, que va. La dueña se ha puesto Mari Carmen con lo que cada vez que dice como se llama, el descojono es mayúsculo. “Mali Calmen”. Ja,ja,ja…
Y a los dos hijos que tiene (siempre le preguntamos por ellos, el motivo es obvio…), les ha renombrado como Francisco y Renata. Pronunciarlo vosotros mismos y a ver si sois capaces de hacerlo sin reiros... Pero son muy buena gente (¿Cómo puede ser malo un chino que se llama Paco?) y los consideramos y nos consideran amigos de veras.
Y mi risa no tiene maldad, os lo prometo. Pero, ¿que queréis que os diga?, si en el mundo actual no buscamos la risa en cualquier sitio...,pues eso, que nos amargamos y nos morimos de asco. Ríete hoy, mañana puedes estar muerto o ser ministro (y no sé que sería peor).
Un día de estos tengo que iniciar a mi amiga Mali Calmen en los secretos de la cocina de Arguiñano. Para oírla decir…”lico,lico”.

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